Crónica de un ROBO continuado

Parte VII

Jorge Ossa Londoño

Profesor demandado, profesor condenado, profesor subrogado

Los tres nuevos títulos, degradantes, que me ha conferido

la Universidad de Antioquia

Hoy 9 de septiembre, de 2024, tuve la feliz oportunidad de atender virtualmente la invitación de la Cátedra de humanismo y Civilidad, que coordina el profesor Héctor Iván García, en esta ocasión dedicada a la “trasescena de la crisis” de la Universidad de Antioquia. Debo decir de entrada que los datos me parecieron muy oportunos y definitivamente refrescantes, ante la falta de información y de trasparencia… que es consecuencia del maltrato que da la Institución a la democracia, a la Constitución, a la Ley y a la moral. Pienso, sin embargo, que quedaron faltando las interpretaciones, las hipótesis, y la linterna puesta allá, en los rincones más oscuros, tras bambalinas.

Me emocionó volver a escuchar al colega profesor, de mi generación, Jaime Rafael Nieto, y me gustó su concepto en el sentido de que la crisis verdadera no es asunto de dinero si no de brújula. Pero me quedé con las ganas de oírle enunciar tantas otras crisis:  de principios, de academia, de estatutos…  Lo que si me quedó claro y resonante es que existe una confabulación contra la universidad pública; como era de esperarse de una Ley, la 30, firmada por el “liberal neoliberal” que sigue torpedeando las reformas necesarias para que el país eche a andar…

También escuché muy claro, Jaime Rafael, que la universidad colombiana podría tener, en estos momentos, su mejor oportunidad para llegar a ser lo que hemos soñado a través de generaciones de profesores: no sólo un presupuesto apropiado pero, ante todo, una institución robusta, inteligente, crítica; que sabe hacer uso de su autonomía para acercarse y adaptarse, activamente, cada día, a las condiciones cambiantes de la sociedad, en busca de la superación de los colonialismos que nos siguen teniendo “menticortos” y maniatados. Por todo ello, me gusta la idea de una constituyente universitaria y un nuevo estatuto.

La empresa-universidad, como nos lo recordó Carlos Giraldo, viene reemplazando a la UNIVERSIDAD… y eso hasta en sus prácticas laborales que violan la Ley y la moral institucional. Por eso hablamos de la crisis de moralidad que nos está permeando, como a tantas otras instituciones nacionales; y para muestra un botón: La universidad nos está robando el 21% de la mesada pensional, a los jubilados de la transición de la Ley 100. Eso a los viejos que somos “cosa para ignorar, o ya casi inexistente”; ¿qué decir de la masacre laboral que quieren imponerle ahora? ¿Y qué vendrá después?

Septiembre 9 de 2024