Crónica de un ROBO continuado

Parte XI

Jorge Ossa Londoño

Profesor demandado, profesor condenado, profesor subrogado

Los tres nuevos títulos, degradantes, que me ha conferido

la Universidad de Antioquia

Bajeza moral. Esta nota tiene como objetivo contribuir a la reflexión que tendrá lugar en la Asamblea de Antioquia, a propósito de la multicrisis de nuestra Universidad, y representa la visión de la Asociación de Profesores Jubilados (APROJUDEA).

1.         Para empezar, queremos dejar claro nuestro respeto y compromiso con la Universidad, como institución milenaria, punta de lanza de la inteligencia humana. De la misma manera, reconocemos, respetamos y amamos a nuestra Universidad de Antioquia, casa del conocimiento, Alma Mater, y posibilidad de futuro para el departamento.

2.         Reconocemos que estamos pasando por una crisis que es inédita porque es múltiple, y porque Involucra a muchos antivalores como nunca habíamos sido testigos en la Institución: antieticidad, inmoralidad, maltrato a los valores democráticos, ilegalidad, anticonstitucionalidad; amen del descuido de la reflexión histórica, epistémica y pedagógica para adecuar de manera permanente, como es necesario, la educación pública superior a las dinámicas demandas y condicionamientos sociales.

3.         Los profesores jubilados de la transición de la Ley 100, somos víctimas de un robo continuado que equivale al 21% de nuestra mesada pensional. Esto, desde la rectoría de Alberto Uribe y acelerado por John Jairo Arboleda. La justificación es que es ilegal que la universidad pague esa parte de la pensión; pero esta aseveración es falsa, y aquí comienza la falta de ética (la mentira como mecanismo de manipulación).

4.         Somos 630 los damnificados y las consecuencias han sido catastróficas para la economía de las familias de los adultos mayores (que somos sujetos de especial protección).

5.         Son múltiples los caminos jurídicos que conducen a la demostración de la ilegalidad y la arbitrariedad de esta medida que, como lo hemos repetido ¡es un robo continuado!

6.         Pero no se necesita ser un gran jurista; todo ciudadano sabe, o debería saber, que la vulneración de derechos adquiridos cabe dentro del concepto de corrupción y es un delito.

7.         Ante el argumento caritativo y culposo de que “pobre Universidad” quebrada y los viejos jubilados agravando la situación… quiero contraargumentar con lo dicho en el primer punto: amamos la idea de UNIVERSIDAD; a ella nos debemos, pero allí mismo aprendimos valores éticos, morales, legales y democráticos. No permitiremos que se confunda la más noble idea de Universidad, protegida por la autonomía, con la persona jurídica llamada Universidad de Antioquia, que tiene que responder a la Constitución y a las leyes de Colombia.

8.         Por todo esto, y mucho más, insistimos en la situación de bajeza moral, de arbitrariedad y uso indebido del poder.

Jorge Ossa Londoño

Octubre 10 de 2024